domingo, 31 de enero de 2016


La Cruz de la Victoria en La Rioja



En los riscos de Covadonga, don Pelayo creó el pequeño reino que inició la Reconquista. Ramiro II, al fundir en el reino de León el de Asturias, dio fin a la historia particular de este territorio, que en lo sucesivo formó parte de los reinos de León, Castilla o España con el nombre de “Asturias de Oviedo”. En 1388 dio Juan I a su primogénito Enrique el título de “Príncipe de Asturias”, que desde entonces llevaron los futuros reyes de España.
Cuando, en el año 718, el Valí Anbasa envió un contingente de fuerzas para reducir a los cristianos que se habían refugiado en esa zona, es probable que no pensara en una derrota pero, seguramente, no llegó a comprender el significado de la misma.
Para los cristianos esta victoria -que fue considerada milagrosa-, supuso el inicio de una Cruzada pues, encomendándose a Dios y portando la Cruz, entraron en batalla contra los infieles. Fue el comienzo de la Reconquista.
Ciento veintiséis años más tarde (844), tuvo lugar otra batalla –entre las muchas habidas-  pero, esta vez, la confrontación entre moros y cristianos ocurrió en tierras que, actualmente, forman parte de la denominada Comunidad Autónoma de La Rioja. Dicha contienda es conocida como: “La Batalla de Clavijo” .
  Y en La Rioja, existe un lugar llamado -en común lenguaje- “Solar de Valdeosera”, que posee un Blasón cuartelado por la misma cruz que ondea en la Bandera de Asturias. Así pues, dicha cruz establece una interrelación entre estas dos comunidades.



  En el Libro Becerro Quinto de Blasones (Fojas 353 y siguientes) donde está la antigüedad de la Nobleza de España, se lee: “Y así el Rey (Ramiro I de Asturias) le dio a este Cavallero (9), el Blasón y Armas para más gratificación de sus servicios, que es un escudo quarteado, plateado, en quatro quarteles yguales, con una cruz angosta, de oro, que es más ancha a los cavos de los braços, en señal que como religioso Acía.” Es una cruz paté, también conocida como cruz Cántabra, de Pelayo o de la Victoria. La misma que enarbolara Don Pelayo al inicio de la Reconquista y continuaran utilizando los Reyes de Asturias.


Don Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez, Divisero del Solar de Valdeosera (Divisa: “Sancho García”), portando sobre el pecho la Insignia de este Solar, durante la ceremonia de Cruzamiento de nuevos Caballeros y Damas que pasaron a pertenecer al Cuerpo de la Nobleza asturiana, el 21 de octubre de 2006, en la Capilla del Rey Casto de la Catedral de Oviedo. Esta cruz paté es, quizás, el más antiguo símbolo utilizado por los caballeros de Valdeosera.
Fray Atanasio de Lobera en “Grandezas de León” Año 1596, relata:
...los Christianos que no se arrodillaron al ídolo Baal, eligiesen por su Rey, y caudillo al valeroso Príncipe don Pelayo (1)...
...Era este sancto Infante don Pelayo (según el Arçobispo, y el de Tuy) nieto del Rey Chinda Suindo (Chindasvinto) (2), e hijo del Infante Favila (3), a quien el Rey Egyca (Égica) (4) sobrino del Rey Vuanba (Wamba) (5), con prudentísima disimulación avía embiado a Galizia, para que estando allí arrinconado, ni tuviesse occasión, ni braços para tratar de succeder en el Reyno. Embiolo (para dorar mejor su intento) con título de Duque de Cantabria, y capitán general de Vuittiza (Witiza) (6) su hijo, que asistía en Galizia, con título de Rey della...
...Desgracióse Vuitiza con el Duque Favila en tanto grado, que le quitó la vida por sus manos, y desseó, y procuró hazer lo mismo en Pelayo su hijo. Escapose el sancto moço desta cruel persecución, y por dar lugar a que el tiempo, y la fortuna diessen la buelta a la rueda, y juntamente, (o lo principal) por devoción fue en romería a Hierusalem. Quando bolvió della, (hallando a su patria en tan profundo piélago de miseria) se recogió a Asturias, donde se avían retirado muchos christianos...
...Los Christianos, que con él asistían, lo eligieron por su Rey, año del nascimiento del hijo de la Virgen, de setecientos y diez y ocho.
Fray Mateo de Anguiano en su “Compendio Historial de La Rioja”. Año 1704, sitúa a Don Pelayo (como lo hacen algunos autores más) en Cantabria; y la actual provincia de La Rioja dentro de aquella, cuando dice:
...y sus Naturales son y se llaman Riojanos en estos tiempos.
En los siglos antiguos estuvo situada en medio de esta Provincia la celebrada Ciudad de Cantabria, cuyas ruinas, y nombre han quedado junto a Logroño. Dicha Ciudad, fue cabeça de la Nación Cantábrica, como generalmente lo confirman los Autores.
...En el sentir de algunos Autores, no sólo fue Señor de esta Provincia, y su Duque el Rey Don Pelayo, sino también natural de ella...
En la Aprobación dada por el R. P. Fr. Matheo de Anguiano a la obra del Doctor Don Joseph González Texada “Historia de Santo Domingo de La Calzada, Abrahan de La Rioja”, publicada en el año 1702, menciona a numerosos autores que hablan de La Rioja, como son: Ocampo, el Padre Juan de Mariana, el Maestro Fray Felipe de la Gandara, el Maestro Fray Andrés de Salazar etc, y dice:
...Comunmente todos la reconocen por la principal porción de la antigua, y celebrada Cantabria, y encuentran en ella (orillas del Ebro) sobre un pequeño cerro de Logroño, las ruinas de su Metrópoli, que aún conserva el nombre de Cantabria. Aquí la situan San Braulio, Obispo de Zaragoça, en la vida de San Millán de la Cogolla, Florián de Ocampo, Garivay, Mariana, Bivar, Arnaldo Ohyenarto en sus dos Bascuñas, el Padre Joseph Moret en sus Investigaciones de Navarra, el Obispo Sandoval, Fuente en la Conveniencia de las dos Monarquías, Don Fernando Albia de Castro en el Memorial por la Ciudad de Logroño, Poza, Argáiz, y otros muchos...
El mismo González Texada, al proclamar el origen riojano de Santo Domingo de La Calzada, natural de Viloria, situada en los confines de Cantabria (hoy Viloria de Rioja, en la provincia de Burgos), recurre a numerosas fuentes que identifican La Rioja con la antigua Cantabria, así en Libro Primero, Capítulo I, Epígrafe 17, Puntos 6 y 7, se lee:
Los Tomos de Concilios Emilianense, y Albeldense, bien conocidos, y calificados, llaman Cántabros a los Riojanos, al año de 905, en que hablando del Rey Don Sancho Garcés, dicen: “Este mismo cogió a la Cantabria, desde la Ciudad de Náxera, hasta Tudela”.
Garibay, hablando de la aparición de nuestra Señora de Valvanera, dize, que se hizo “a Nuño Oñez, natural de Montenegro, que es en las mismas Montañas de los Montes Idubedas de la dicha Ciudad de Cantabria”. Estas Montañas son los Cameros. Fray Juan de la Puente assienta consiguientemente “que los Cántabros empeçavan desde la Sierra de Soria,” que es desde el Puerto de Piqueras, cogiendo a los Cameros, cuyas faldas llegan hasta cerca de Villoria: con que le viene muy bien el ser Pueblo puesto “en los fines de la Cantabria”.
Otro nexo se puede establecer, por la lápida romana hallada en tierras de Valdeosera, de la cual se tiene noticia documentada de que en el año 1700 estaba empotrada en la iglesia del Solar. Después empotrada y enmarcada en madera, en la pared de la Sala de Juntas de la Casa Solar del Linaje. Se trata de una pieza de pizarra, de 70 centímetros aproximadamente de alto por 28 de ancho, con perfil de figura humana en la parte superior y leyenda incisa.
Don Joseph González Tejada, en su mencionada obra, habla de esta piedra haciendo historia del rey visigodo Suintila (7), personaje mencionado en ella, y su relación con el Conde Gonzalo, Señor de la Montaña de Valdeosera.


Descendía el Conde Gonzalo, por Baronía, de los Duques antiguos de Cantabria, por cuya razón él, y el dicho su hijo, tenían por divisa en el escudo la Cruz Cántabra, que lo fue de los Cántabros, aún antes de el Nacimiento de Christo Nuestro Dios y Señor.
La Condesa Sancha, mujer del Conde Gonzalo, fue hermana del Rey Cindasuinto (Chindasvinto), y ambos hijos del Rey Suintila, y de la Reina Theodora, hija del Rey Sisebuto (8). Y su casamiento se hizo por el suceso siguiente:
En el año de seiscientos y quinze de Christo, determinó el Cathólico, valeroso, y muy erudito Rey Sisebuto (7), conquistar a los Rucones, oy Riojanos, que seguían a los Romanos, desde que ganaron este País las Armas de Roma. Embió un Exército grande, y por su Capitán General a Suintila su yerno, y logró el sujetarlos a su Corona, (Bass. Chron. ann. 616. D. Isid. Hispal. lib. 5. Etym. c. vit. vide sup. lib. I. cap. 16. S. 3.) como refieren Basseo, y San Isidoro. En el año de seiscientos y diez y nueve, cuentan esta guerra (Sand. Hist. Episep. fol. 3. & apud cum Isidor Pacen. Marian. Hist. Hispan. tom. I. fol. 248.) Sandoval, Isidoro, y Mariana, y unos y otros tienen razón, porque fueron dos las Conquistas, por averse buelto a sublevar los Riojanos, o Rucones después de la primera. Los Cántabros, Beros, vezinos de los Rucones, mal hallados con los romanos, se entregaron a Sisebuto, y en su nombre a Suentila, quien se mostró con ellos tan humano, y agradable, que dexó en su País muchos, muy amigos; y especialmente al Señor de estos el Conde Gonçalo.
Murió el Rey Sisebuto en el año seiscientos y veinte y uno, y coronose Suintila, Rey de los Godos. En el año seiscientos y treinta y uno, le quitó la Corona Sisenando tyranamente, con ayuda de algunos Godos mal contentos, y de Tropas de Francia; y como al caido le desprecian todos, y a favor del Soberano, que manda se disponen todas las cosas, los Padres de el Concilio quarto (Conc. Tolet. 4.) de Toledo, que se juntó a disposición de Sisenando en el año de seiscientos y treinta y quatro, declararon por descomulgados, y condenaron a perdimiento de sus bienes, y a destierro al Rey, despojado Suintila, a la Reyna Theodora, y a sus hijos, que lo eran Rechimiro, Cindasuinto, y Sancha, y a Geila su hermano, con su muger, y sus hijos. Murieron luego en Toledo Suintila, y Rechimiro, y se juzga, que también la Reyna.
Cindasuinto, y Sancha su hermana, se retiraron a los Cántabros Beros, oy Cameros, confiando, que el Conde Gonçalo, Señor de aquella Montaña, los ampararía por la grande amistad que tuvo con Suintila su padre. Hízolo así Gonçalo, como tan grande Príncipe. Dioles para vivir la jurisdicción de Valdesera, de quien hablaremos en el capítulo siguiente, y entre él y los Príncipes, hermanos, fabricaron un Castillo con el mismo nombre en dicho año seiscientos y treinta y quatro (como dizen el Chronicón a nombre de Auberto Hispalense, y el Maestro Argaez), (Aub. in.Chron. an. 634. & Arga. anno 634. in Valledosera, in monte Iubelda, construitum ast Castrum magnum.) para vivienda, y defensa de los dos Príncipes.
Y en la Iglesia, que también labraron junto a él, pusieron una piedra con el siguiente Epitaphio, que oy se conserva, y lo declara todo bien descifrado.
Sale bien lo que dice el Epitaphio, escrito año de seiscientos y treinta y quatro, que Suintila en el año de quinze antecedente, fue favorecedor de la antigua Serranía, porque la referida guerra en los Rucones (de donde tomó el ser Conde, cuando llegó hasta la ciudad de Oca), la ponen los autores (Pell.Anal.fol.216) por este año, poco más o menos.

  El profesor Urbano Espinosa, incluye esta estela en su obra “Epigrafía Romana de La Rioja”, y el propio Don Joseph González Tejada, proporciona la información precisa para descifrar el significado de su grafía, y lo traslada a castellano actual.
O
ANTESV
ATORN
ISERANI
ANXV

O
Ante Suintila,
Stator antiquae,
Serraniae,
anno quinto dezimo
O
Antes de esta fábrica
Suintila fue el Júpiter
de la antigua Serranía
en el año quince


Nieto de este “Júpiter de la Serranía”, fue el Conde Don Tello González, sobrino del Rey godo Chindasvinto (hijo de Suintila) con el cual vemos que se mantiene la relación entre el Solar de Valdeosera y la Cruz Cántabra, pues:
 Fueron, el Conde Gonzalo y la Condesa Sancha (Señores de los Cameros), padres del Conde Don Tello González, Señor de los Cameros, y Conde de los Rucones. Por los años de setecientos y diez y ocho, vivía en la Sierra de los Cameros en su antiquísima Casa Solar, fundada por sus ascendientes en los Montes Cardines, defendiendo a sus Cameros, o Cantabros Beros de el furor Morisco.
Consta por instrumentos auténticos, conservados en el Real Archivo de San Millán de la Cogolla las victorias logradas por Don Tello. Dice un Chronicón antiguo (atribuido a Don Alonso Tercero) “Año de la Encarnación de el Señor de 718, el Conde Don Tello en los Montes de la Cogolla, venció a los Moros hasta la Cuidad de Oca”.
En otro libro de pergamino que se intitula “Liber Comicus”, el escritor pone con letras mayúsculas en los principios de los Evangelios, y Epístolas, Efigies curiosamente dibujadas, unas de personas, y de animales brutos otras, y otras de diferentes cosas. Y en el principio de el Evangelio, que empieza: “Prope erae Pascha Iudoerum”, pone una Efigie de un Cavallero mozo, con vestido militar antiguo, espada corta, y ancha, ceñida; en la mano siniestra un escudo redondo, con una Cruz Cántabra por divisa, y en la mano derecha una lança levantada con la punta azia arriba, que sirve de letra J, con que empieza el Evangelio: “Inillo tempore”, y a los pies este rótulo en letra Longovarda, y lengua Latina: “Tello, Conde de los Rucones, en la Era D.C.C.&.VI”, que es el dicho año de Christo setecientos diez y ocho.
Del “Gran Diccionario Enciclopédico Durvan”:
(1) Pelayo.- (m. 737). Noble godo, fundador del reino de Asturias, descendiente de Chindasvinto e hijo de Favila, duque de Cantabria, aunque existen dudas sobre su progenie. La Crónica de Alfonso III le sitúa al servicio de Witiza y Rodrigo. Parece ser que anduvo desterrado desde que Witiza dio muerte a Favila hasta que Rodrigo accedió al trono y posiblemente intervino en la batalla de la Janda (711). Siete años más tarde aparece al frente de los montañeses asturianos, que le eligieron caudillo contra la morisma. En 718 el Valí Anbasa envió un poderoso contingente de fuerzas para reducir a los indómitos cántabros y Pelayo tuvo la suerte o la habilidad de aplastar al enemigo en los riscos de Covadonga. La batalla, atribuida por los propios vencedores a protección divina, no tuvo probablemente las descomunales proporciones que le atribuye la leyenda, pero sí supuso el primer quebranto grave del Islam en España, lo que justifica que sea tomada como iniciación de la Reconquista. Pelayo, elegido rey tras la victoria, estableció su corte en Cangas de Onís, donde reinó hasta su muerte. De su esposa Gaudiosa tuvo a Favila, su sucesor en el trono, y a Ermesinda, que casaría con Alfonso I, hijo de Pedro, duque de Cantabria.
(2) Chindasvinto.- (c. 562-653). Rey visigodo de España, uno de los más notables de su estirpe, cuyo nombre godo era Kindswinth. Fue elegido para ocupar el trono el año 642, cuando ya era un anciano, y se dedicó a pacificar el reino, dominar las facciones disidentes y someter a la inquieta nobleza. Ganó merecida fama de sabio legislador por sus grandes obras. Convocó el VII Concilio de Toledo (16-10-646), asoció a su hijo Recesvinto al gobierno (649), consolidó la tambaleante monarquía visigoda y protegió las artes y las letras del país.
(3) Favila.- (fl. S. VII). Duque de Cantabria, hijo del rey Chindasvinto y padre de don Pelayo. Hermano de: Recesvinto.- (m. 672). Rey visigodo de España, hijo de Chindasvinto y Riciberga. Durante su reinado (a partir de 653) se celebraron los concilios VIII, IX y X de Toledo. En el primero de ellos se derogó la ley que prohibía el matrimonio entre godos y españoles; los otros dos se celebraron en el 655 y 656. Hacia el año 654 promulgó el Liber iudiciurum o Fuero Juzgo. Murió en la aldea de Gérticos (Valladolid).
(4) Égica.- (m. 701). Rey visigodo de España, que sucedió el año 687 a su suegro Ervigio (que había usurpado el trono a Wamba en 680). Su mayor mérito como gobernante radica en la recopilación del Fuero Juzgo, ultimada en el XVII Concilio de Toledo. Para asegurar la continuidad en el trono a su familia, asoció en el reinado a su hijo Witiza, encomendándole el gobierno de Galicia con sede en Tuy.
(5) Wamba.- (m. 688). Rey visigodo de España, nombrado el día 1 de septiembre de 672, a la muerte de su predecesor Recesvinto, en la aldea de Gérticos. Fue obligado con amenazas a tomar la corona, pues se esperaba mucho de sus gestiones. Verdaderamente no defraudó estas esperanzas; comenzó su reinado dominando a los vascones y sofocó la insurrección de los condes Hilderico y Paulo en la Septimia. Como advirtiera que los hombres eran cada vez menos bravos y rehuían las armas, promulgó la ley “De his qui ad bellum non vadunt”, que obligaba a tomar las armas aun a sacerdotes y monjes en caso de guerra defensiva. Murió en Pampliega (Burgos).
(6) Witiza.- (m. 709). Rey visigodo español de la última época (702-709), que asoció a su hijo Agila (II) al trono para asegurarle la sucesión. Muerto Witiza, los nobles eligieron a don Rodrigo, último rey godo de España.
(7) Suintila.- (fl. s. VII). Rey de los visigodos en España durante los años 621-631. A la muerte de Recaredo II, fue elegido rey, siendo duque por el valor que mostró luchando contra los bizantinos. Derrotó a los vascones y les obligó a dar rehenes, que construyeron la nueva ciudad de Oligitum (Olite); posteriormente se volvió contra los bizantinos y les arrebató las posesiones que les quedaban en España. Apoyado en tan resonantes victorias, comenzó a reinar despóticamente, hasta tal punto que Sisenando, apoyado por Dagoberto, rey de los francos, logró destronarle.
(8) Sisebuto.- (m. 621). Rey de los visigodos, elegido a la muerte de Gundemaro (612). Dedicó sus esfuerzos a luchar contra los bizantinos, a los que conquistó la provincia que desde Gibraltar llegaba al río Júcar. Persiguió a los judíos, aunque se bautizaron unos 90.000, guiado de un excesivo celo criticado por san Isidoro. Consérvanse de él varias cartas eruditas y una vida de san Desiderio. Le sucedió su hijo Recaredo II.
(9) Sancho Tejada. Epónimo Caballero del que descienden los diviseros de dicho Solar de Valdeosera; los verdaderos Tejadas, porque tejada es la derivada de teja. La cual, más allá de un simple objeto arquitectónico, es un elemento cargado de simbolismo, principalmente representando “la Casa” (entendida esta como un operador social más que como una construcción). Como entidad protectora del grupo doméstico. La teja es pues signo de propiedad y símbolo de la Casa y sus derechos.
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sábado, 30 de enero de 2016

VALDEOSERA
EL SOLAR DE LAS TRECE DIVISAS
Representaciones de su Blasón, publicadas en el libro de este título

Blasón del Solar de Valdeosera
Fg. 001 - Agoncillo (La Rioja)



Blasón del Solar de Valdeosera

Fg. 002 - Agoncillo (La Rioja)


Blasón del Solar de Valdeosera

Fg. 003 - Ajamil (La Rioja)


Blasón del Solar de Valdeosera

Fg. 004 - Alberite (La Rioja)

















viernes, 29 de enero de 2016

Libro

Portada: Archivo que guarda los Fondos Documentales del:
Muy Noble, Antiguo e Ilustre Solar,
Señorío y Villa de Valdeosera