1702
Joseph González Texada
Y el
castillo de Valdeosera
Año 634
En el año 1702, veía la luz una
obra impresa intitulada: Historia de Santo Domingo de La Calzada, Abrahan de La Rioja, editada
Con Privilegio. En Madrid: Por la Viuda
de Melchor Álvarez. Año de 1702. Compuesta
por el Doctor Joseph González Texada, Colegial Mayor, que fue de Santa Cruz de
Valladolid, natural de Gallinero de Cameros (La Rioja).
Portada
El volumen consta de 412 páginas
numeradas -aparte otras varias sin numerar que contienen: ‘Aprobación del R.P. Fr.
Matheo de Anguiano, Predicador, y varias vezes Guardián, y Secretario de la
Provincia de Castilla de Menores Capuchinos’, Censura, Licencia, Corrector,
Tasas, Prólogo y, al final, Elenco.
El Doctor Bernardo de Portilla, Colegial
del Mayor de Cuenca de la Universidad de Salamanca, y Canónigo de la Santa
Iglesia de Toledo, Primada de las Españas, que realiza la Censura dice:
Noticiamos
el Autor de las circunstancias todas de aquella milagrosa batalla de Clavijo en
la Rioja, en que fue General Don Sancho Texada, su glorioso ascendiente, Señor
de los Cameros, y rama ilustrísima de los primeros Condes de Castilla,
descendientes de el Santo Rey Mártir San Hermenegildo, y de el Cathólico Rey
Recaredo, y Fundador con sus treze valerosos hijos de la Ínclita Orden Militar
de Santiago, y de el nobilísimo Solar de
Valdeosera en los Cameros, a quien, y a sus nobilísimos hijos, y Diviseros
les vienen con grande propiedad aquellas palabras de el Éxodo, cap. I. ver. 22.
(Edificavit eis domus) y expone con elegancia Cornelio Alapide, eodem, cap.
num. 21. fol. 344. in (Pentateucum: Idest dedit eis prolem, T progeniem, numerosam, divetem, honoratam,
insignem, logervam, T diuturnam, T cuncta, quae maxime nobilitant proles.) Y
otra letra: (Dedit domum, Regiam, praecipuam, T
etiem domum primam, Sacerdotalem). Que visto al presente lo noble de el
Solar, y lo glorioso de sus hijos, assí por la línea Sacerdotal, como por la
secular línea, parece que este Elogio de la Casa de Jacob se dixo por el nobilísimo
Solar de Valdosera.
(Libro
Tercero). Por los años de seiscientos y noventa y tres, era ya Obispo de
Calahorra Félix, y como tal se halló en el Concilio diez y seis de Toledo, que
se celebró en dicho año, y firma: (Conc. Tol. 16. Félix Calagurritan ae
Ecclesiae confirmat.) -Félix, Obispo de la Iglesia de Calahorra confirma-.
Un
Obispo llamado San Félix en tiempo de la pérdida de España por los Moros, se
retiró a la falda de una eminencia, que tiene por nombre Nido el Cuervo en la
Montaña de los Cameros, cerca de la villa de Hornillos, y del Nobilísimo Solar de Hijosdalgo Valdosera,
del qual referiremos adelante su santa vida, y muerte, que fue en dicho
monte...; ...porque el mismo hecho de retirarse a Nido el Cuervo en los
Cameros, y aver vivido, y muerto allí, y ser venerado, y honrado como Santo por
los habitadores de aquella sierra, se sigue con certeza, que aquellas Montañas
no se hallavan posseídas de Moros; pues sus vezinos le veneraron en vida, le
sepultaron en su muerte, y le dieron después de ella culto de Santo,...
Una
de las Ciudades, que debaxo quedó de el poder Morisco, fue la de Calahorra, de
quien se hallava Obispo San Félix, el qual viendo arruinada su Iglesia,
profanado todo lo Sagrado, y esclavos infelices a sus amados Subditos,
determinó dexarla por no ser objeto ignominioso de tan sacrílego
atropellamiento, y ausentarse a la Sierra de los Cameros, parte muy principal
de su Obispado, en libertad, y en possesión de su Christiano Culto. Al áspero
monte se conduxo de Nido el Cuervo, entre las Cameranas, Villas de Onillos, y Valdosera,...
En
el año de seiscientos y quinze de Christo, determinó el Cathólico, valeroso, y
muy erudito Rey Sisebuto, conquistar a los Rucones, oy Riojanos, que seguían a
los Romanos, desde que ganaron este País las Armas de Roma. Embió un Exército
grande, y por su Capitán General a Suintila su yerno, y logró el sujetarlos a
su Corona, (Bass. Chron. ann. 616. D. Isid. Hispal. lib. 5. Etym. c.
vit. vide sup. lib. I. cap. 16. S.
3.) como refieren Basseo, y San Isidoro. En el año de seiscientos y diez y
nueve, cuentan esta guerra (Sand. Hist. Episep. fol. 3. & apud cum Isidor
Pacen. Marian. Hist. Hispan. tom. I. fol. 248.) Sandoval, Isidoro, y Mariana, y
unos y otros tienen razón, porque fueron dos las Conquistas, por averse buelto
a sublevar los Riojanos, o Rucones después de la primera. Los Cántabros, Beros,
vezinos de los Rucones, mal hallados con los romanos, se entregaron a Sisebuto,
y en su nombre a Suentila, quien se mostró con ellos tan humano, y agradable,
que dexó en su País muchos, muy amigos; y especialmente al Señor de estos el
Conde Gonçalo. Murió el Rey Sisebuto en el año seiscientos y veinte y uno, y
coronose Suintila, Rey de los Godos. En el año seiscientos y treinta y uno, le
quitó la Corona Sisenando tyranamente, con ayuda de algunos Godos mal
contentos, y de Tropas de Francia; y como al caido le desprecian todos, y a
favor del Soberano, que manda se disponen todas las cosas, los Padres de el
Concilio quarto (Conc. Tolet. 4.) de Toledo, que se juntó a disposición de
Sisenando en el año de seiscientos y treinta y quatro, declararon por
descomulgados, y condenaron a perdimiento de sus bienes, y a destierro al Rey,
despojado Suintila, a la Reyna Theodora, y a sus hijos, que lo eran Rechimiro,
Cindasuinto, y Sancha, y a Geila su hermano, con su muger, y sus hijos.
Murieron luego en Toledo Suintila, y Rechimiro, y se juzga, que también la
Reyna, Cindasuinto, y Sancha su hermana, se retiraron a los Cántabros Beros, oy
Cameros, confiando, que el Conde Gonçalo, Señor de aquella Montaña, los
ampararía por la grande amistad que tuvo con Suintila su padre. Hízolo así Gonçalo,
como tan grande Príncipe. Dioles para vivir la jurisdicción de Valdesera, de quien hablaremos en el
capítulo siguiente, y entre él y los Príncipes, hermanos, fabricaron un Castillo con el mismo nombre en dicho
año seiscientos y treinta y quatro
(como dizen el Chronicón a nombre de Auberto Hispalense, y el Maestro Argaez:
“Aub. in Chron. an. 634. & Arga. anno 634. in Valledosera, in monte Iubelda, construitum ast Castrum magnum.”)
para vivienda, y defensa de los dos Príncipes, y en la Iglesia, que también
labraron junto a él, pusieron una piedra con el siguiente Epitaphio, que oy se
conserva, y lo declara todo bien descifrado.
Para
inteligencia de este rótulo, o inscripción antigua, es de notar. Lo primero,
que en los tales se ponían, (y aún se usa) muchas vezes letras, que llaman
preñadas, porque en sí contienen letras repetidas, formándose de sus rasgos, o
repitiéndose. Lo segundo, que es el estilo poner después de cada una de las
dicciones para distinguirlas un punto, no a la parte de abaxo en el renglón,
como se haze quando es fin cláusula de sentido perfecto, sino más arriba en
medio, y quando los caracteres contienen dos dicciones, se pone el punto sobre
la letra, donde están los rasgos que forman las letras, que en ella se
contienen. Lo tercero, que en esta inscripción ay siete puntos en la forma que
hemos dicho, seis entre las letras, y uno sobre la primera del segundo renglón,
con que hay siete dicciones, y hazen dos las últimas letras del primer renglón,
y las primeras del segundo, y estas es preciso que consten de de letras
preñadas, que digan algo, porque de otra suerte nada dicen, como verá
qualquiera, que las registre. Las letras últimas del primer renglón, después
del primer punto, que son S V I, tienen en la V. un rasguillo, que la haze ser
también N, y dizen: Suin. En la letra siguiente, que es la primera del segundo
renglón, se descubren una T. una I. una L.
y una A. que junto con lo antecedente, dizen: Suintila; y siendo cierto,
que es parte de dos dicciones, en ella se halla una S. y repitiéndose la T. y
la A. juntas con la Tor siguiente, dizen: Stator, y todo el Epitaphio junto,
dize:
Epitafio escrito año 634
Ante Suintila, Stator antiquae,
Serranie, anno quinto dezimo.
Y
en Idioma Español: Antes de esta fábrica Suintila fue el Júpiter de la antigua
Serranía, en el año quinze. Llamaron los Romanos Stator a Júpiter, Dios falso
de la Gentilidad, como refiere Calepino, (Ambr. Calep. verb. Stator, &
Iúpiter.) y dize, que es Stator, que fue renombre de Iupiter, es lo mismo que
ayudador, y favorecedor, y Stator ministro cuydadoso. Suintila lo tuvo todo,
cuando se le entregaron los Cántabros Beros; pues como tan gran grande Capitán,
supo servir al Rey Sisebuto, y favorecer benigno a los Cántabros Beros, a
quienes llama el Epitaphio: Serranos, y al País Serranía, como siempre se
nombraron, y oy se llama: La Sierra de los Cameros. Fue quien dispuso la obra
el Conde Gonçalo, y mandó labrar el Epitaphio, assí para cortejar a
Cindasuinto, y Sancha, como para congratular a sus Cántabros Beros, que amaron
mucho a Suintila, y como militó Gonçalo mucho tiempo en los Exércitos Romanos,
y aprendió su política, y estilos, se dispuso con letras Romanas, y a la usança
de Roma, y su latina lengua. Casó algunos años después con la referida Sancha,
de quien tuvo por hijos al Conde Don Tello Gonçález, de quien ya hemos hablado,
y a Gundesínda, que heredó el Señorío de los Cántabros Beros, por aver muerto
sin hijos D. Tello su hermano, y casó, como refieren algunos Autores, con el
Duque D. Fruela, hijo de Pedro, Duque de Cantabria, y hermano del Rey Don
Alonso el Primero, o con su hijo Sancho.
Sale
bien lo que dize el Epitaphio, escrito año de seiscientos y treinta y quatro,
que Suintila en el año quinze antecedente, fue favorecedor de la antigua
Serranía, porque la referida guerra en los Rucones la ponen los Autores
referidos (Pell. Anal. fol. 216.) por este año, poco más , o menos, con que
biene bien con ella. Y si se dixesse, que no hizo más conquista que una en los
Rucones, y que fue por los años de seiscientos y diez y nueve, también se
verifica el Epitaphio, leyéndolo así, como se puede: Quinze años antes de esta
fábrica, Suintila fue Iupiter de la antigua Serranía. Porque desde el año
seiscientos y diez y nueve, en que se pone aquella expedición hasta el de seiscientos y treinta y quatro, en que
se fabricó dicho Castillo de Valdosera,
van quince años. Lo primero es más cierto. He puesto de mala gana estas
Genealogías, y pondré otras en el capitulo siguiente, porque desdizen de
Historia Eclesiástica, y pueden ser indicio de ambición; pero por esta causa ha
sido, y será con la mayor brevedad, y en quanto dizen alguna conducencia a esta
Historia, por ser cosas memorables de el Obispado, dexando para otro Tratado su
relación larga, pruebas, y autoridades, que las ay de todo muy clásicas.
Nombró
Don Ramiro por Capitán General, dize Fray Athanasio de Lobera, a un nobilísimo
Cavallero, y gran Soldado Gallego, llamado Ossorio, tronco de los
Excelentíssimos Marqueses de Astorga, y por Maestre de Campo General a Don
Sancho Fernández de Texada, Señor de los Cameros, Castellano en el Valle de
Vielso, y deudo muy cercano del Rey Ramiro..., Iban en el Exército Cathólico
treze valientes Campeones, hijos del General Don Sancho Texada, que con otros
Cavalleros, y muchos Vassallos, avían baxado de la Sierra de los Cameros, donde
tenían su antiquísima Casa, llamada Texada, que hizieron en este día
maravillosas proezas, dándoles el Rey los puestos, y cargos de más importancia,
como el Obispo Sandoval que cuenta esta batalla; bien, que sin razón la avía
negado, refiere diziendo. Muchos de los naturales, que pudieron acudir a
socorrer al Rey Don Ramiro, vinieron con sus Pendones, y se juntaron en el campo
del Rey, dándoles el Rey como a valientes Cavalleros, que sabían los passos de
la tierra, los cargos de más importancia del Exército. Y prosigue: Digo esto a
favor de la común opinión, y tradición muy antigua de la batalla de Clavijo, y
de algunos Cavalleros, E hijos-Dalgo, que pretenden algunas preeminencias por
las hazañas, que hizieron en ella. Son los de Valdosera, de que hablaremos luego.
Partió
D. Ramiro a Calahorra, dexando a D. Sancho Texada su Maestre de Campo General
por Castellano de Iubera, Viguera, y Clavijo, y por Capitan General de aquella
Frontera, y a sus treze hijos por Capitanes de las Compañías de Cameranos, que
para su guarda, y defensa, quedaron. (Blasón antiguo de Valdosera en su Archivo conservado, Lob. Grand. de León, 2. part.
cap 9. fol 206).
Considerando
el General Don Sancho Texada, sus hijos, y los otros Cavalleros, que en guarda
quedaron de aquellos Castillos, y entrada de los Cameros, que Santiago apareció
con Cruz roxa en el pecho, y en el Manto, empezaron a imitarle, trayéndolas en
la misma forma, de donde tomó principio la Ínclita Orden de Cavallería de
Santiago..., Afírmalo el Rey Don Alonso el Sabio, Dézimo de el nombre, que en
so Chrónica General, dize: E en tiempo de este Rey Don Ramiro (habla de Don
Ramiro Primero) se començó la Orden de Santiago, e allí ovieron mala ventura
los Alaraves. Mossén Diego Valera, que escrivió en el año mil quatrocientos y
ochenta y uno, dize lo mismo. Confirman esta opinión los establecimientos de
esta Orden, hechos por el Presidente, y Oydores del Consejo de las Ordenes,
capítulo primero en el año mil quinientos y quince. Pruébalo una relación, que
se halla en el antiguo libro del Solar
de Valdosera, en esta forma: Aviéndose hallado los Señores, que al tiempo
de la dicha batalla de Clavijo avía en dicho Solar, en la dicha batalla, y por
averse aparecido el dicho Apóstol Santiago con una Cruz colorada, dieron en
usar estos Cavalleros en las cavalgadas, que hazían contra los Moros, y
haziendo junta de Cruzados para dicho fin, guardando en ella el modo de
gobierno de su Solar, dieron principio a la Orden de Cavallería de Santiago,
que está oy tan ilustrada. Ya hablaremos en el siguiente párrapho de este Solar de Valdosera, advirtiendo ahora,
que como veremos este nobilíssimo Solar, entre las armas que le dio el Rey Don
Ramiro, y tomaron Don Sancho, y sus hijos sus Fundadores, tiene treze Hábitos
de Santiago, y treze Conchas por orla, los Hábitos por aver sido Cavalleros de
esta Orden, y las Conchas por ser la insignia de Santiago..., Bolvió Don Ramiro
con su vencedor Exército de passo para León. Halló a estos nobilísimos
Cavalleros con las Cruzes al pecho, y el ánimo Santo de fundar Orden de
Cavallería, y aprobándolo, dispuso la fundación:
En
qué Iglesia (dize D. Mauro Castellá Ferrer, Autor muy clásico, 1567-1612) Ciudad, Villa, o Aldea, començase primero esta
Cofradía, no sabemos de cierto, ni donde en sus primeros tiempos hizieron sus
Conventos, capítulos, Iuntas, y elecciones. En la Ciudad de Logroño, dos leguas
de Clavijo, se tiene por tradición desde los mayores, que en la Iglesia de
Santiago, que fundó el Rey Don Ramiro después de la batalla de Clavijo dizen se
fundó, y en ella está desde entonces una Cofradía de Santiago de los nobles de
aquella tierra. Tengo por cierto se harían entrambas fundaciones juntamente por
el fervor que suele engendrar un milagro, como el de Clavijo. Y de esto huvo
más que ahora en los tiempos antiguos. Otros dizen se començó en la Hermita
misma, que se fundó entonces en el Lugar, adonde habló Santiago al Rey, y que
después se pasó a Clavijo. Otros, que en el Monasterio de San Prudencio de
Monte Laturce. Otros que en Iubera. En cualquiera de estas pudo ser; pues la
Comarca de Viguera, Clavijo, y Logroño, toda es una, y están a dos leguas, y
menos unos de otros.
Y
la Nobleza, y Señores de Valdosera,
que está junto a Iubera, tienen tan vivas las memorias de la batalla de
Clavijo, y que descienden de Capitanes, que en ella se hallaron, que se puede
tener por cierto, todo lo que en este particular ha conservado la tradicción.
Pues hasta en la elección de Alcalde Mayor de Valdosera. Fiscal, Alguazil, y Diputados, que hazen cada año entre
sí, y de los mismos Señores, (que no lo puede ser otra persona) la hazen día de
San Phelipe, y Santiago, primero de Mayo, con gran solemnidad, y ceremonias,
por aver dado en este mes el Apóstol Santiago, y el Rey Don Ramiro la batalla
de Clavijo al Enemigo, rompiéndole en ella, como consta de el Privilegio,
otorgado a veinte y cinco de Mayo. Tengo por muy cierto, aora fuesse la
fundación de Santiago en Iubera, aora en Logroño, que aquellos Cavalleros, de
quienes descienden estas Familias, Señores
de Valdosera, y otros de este contorno, que tanto ha honrado, y ilustrado
la tradicción, fueron de los primeros de la Orden de Santiago, junto con los
que firmaron el Privilegio de el voto de el Santo Apóstol referido, que se
hallaron en la batalla, y fueron testigos de el milagro, y hazañas de nuestro
Patrón Santiago”.
Y
es prueba muy verosímil, como dize el antiquíssimo libro de Valdosera ya citado, de todo lo
referido, que desde entonces es la Orden de Santiago, los Dignidades,
Duperiores de la Orden, son el Gran Maestre, y Treze, llamados Trezes por aver
sido los primeros Fundadores el General Don Sancho, y sus treze hijos.
Avía
hecho labrar el General Don Sancho treze
casas para sus treze hijos en Valdosera, donde tenía el Castillo, como se
ha dicho, estavan sus treze hijos poco antes de la batalla de Clavijo, y por
mandato de su padre, y el Rey Don Ramiro, avían baxado a incorporarse con el
Exército Cathólico. Y queriendo el Rey Premiar su valor, y dexar su nobleza
perpetuada, declaró a aquel Solar, y sus treze casas por divisas Solariegas de
Hidalguía de sangre, dándolas Blasón, y Armas en quatro quarteles, divididos
por una Cruz Cántabra, que avía sido su primer divisa. En lo primero, superior
quarto, dos Castillos de oro, y en las Torres de el Omenage, Vanderas blancas,
con Cruces encarnadas, campo verde. En el segundo superior, treze Estrellas de
oro, alrededor de dos medias Lunas de plata, en campo azul. En el primero
inferior, un Osso atado a un Robre
con cadena de plata, en campo verde, la mitad inferior, y blanco la mitad
superior. En el segundo cuartel inferior, un León roxo rapante con Corona, y
uñas de oro en campo blanco: alrededor de estos quatro quarteles, por primera
orla, treze conchas de color de azero en campos de oro, entreveradas con treze
Hábitos de Santiago en campos blancos, y por segunda orla alrededor treze
Vanderas azules, o Pendones Moriscos con madias Lunas, y entre ellas este
rótulo: (Eccl.44.v.4.) Laudemus viros
gloriosos, T parentes nostros, in
generatione sua. Por cymera, o tymbre, un coronel de oro, y sobre él un
León rapante, corona, y uás de oro, y este rótulo, que sale de su boca:
(Epist.S.Iacob.cap.I.V.II.) Beatificamus
eos, qui sustinuerunt. Cada uno de los treze hijos tomó para sí una de las
treze Casas, y el Castillo quedó para sus Iuntas, que las hazen sus
deszendientes en el día de San Phelipe, y Santiago, primero de Mayo, porque se
dio en este mes la batalla de Clavijo, y en ellas eligen de los hijos de el Solar Alcalde Mayor, Diputado
General, Fiscal General, Alcaldes Ordinarios, Alguazil Mayor, y otros
Oficiales. Confirmóle también el Rey Don Ramiro a Don Sancho, el Señorío de los
Cameros para sí, y para sus descendientes, y le dio una Villa en el Valle de Vielso,
de cuyo Castillo era Don Sancho Castellano, y se llamó Texada de el nombre de
este General, quien se la dio a un Convento Benedictino, que fundó en ella, con
la advocación de San Pedro, el qual es oy Priorato de el gran Convento de Oña.
(Lob.Grand.de León, 2.part.cap.19.) Dióle (dize Lobera, hablando de todo esto)
título de General, como hasta allí huviesse sido sólo Maestre de Campo General,
y las Alcaydías de Clavijo, y Viguera, que eran llave, y fuerça principal de
aquella tierra (que Viguera era en aquel tiempo Ciudad) y le dio un lugar en
tierra de León, y unos montes, llamados en aquel tiempo los Montes Cardines,
que por el nombre de su dueño se llamaron después los Montes de Texada, (?) y
le dio escudo de Armas, y Blasón.
Refiere
los nombres de estos treze hijos de Don Sancho un papel muy antiguo, que se
conserva en el Archivo de los Señores de Sojuela, hablando del Rey Don Ramiro
Primero, y de los dichos hijos, y su padre: Le fueron (dize) de tanta ayuda a
sus huestes, e bataillas en el defendimiento de nuestras tierras, faciendo muro
de la luenga espesura de la Sierra de los Camberos, e más en particular su
Cambero Viejo, que nunca perdiera con la ayuda de sus hijos, Ramiro, García,
Sancho, Fernando, Diego, Gonçalvo, Ximeno, Enego, Martín, Rodrigo, Lope, Evan,
Tc. Al Rey Don Ramiro llama este Author en el lugar referido, tío del General
Don Sancho; ya lo veremos en el párrafo siguiente. Otros ponen el nombre de
Gómez en lugar de Evan. Es congetura muy probable, de que fueron estos sus
nombres, el ver, que en este nobilísimo Solar han sido los apellidos de
Lugares, que fundaron, o en que vivieron, o por hazañas que executaron, y assí
hay en este Solar (de
Valdosera) los siguientes: Medrano,
Heredia, Guerrero, Moral, Nestares, Pinillos, Alvelda, Bovadilla, Marín,
Beltrán, Santa María, Sicilia, Bucesta, Cençano, Terroba, Yécora, Xalón,
Ortega, Malo, Cambero, Lobera, Belilla, Murillo, Malón, Saz, Illera, y otros,
que unos los conservan con los patronímicos, y otros los usan solos, unos junto
con el apellido de Texada, otros no han usado este apellido, y algunos dexado
el patronímico, siguen solamente el de Texada, como la Excelentíssima Señora
Doña Michaela Texada, Duquesa de Náxera, y sus padres, y abuelos, y el
Ilustríssimo Señor Don Diego Texada, Arçobispo que fue de Burgos, y otros. Tuvo
estos hijos el General Don Sancho en su muger Doña Muña de Gundimárez, o
Guzmán, hija de la elevadísima Casa de Guzmán en León, suelo de tantos Señores
Grandes de España. Dízenlo el Blasón, y libros antiguos de Valdosera, y muchos Escritores: y fue sepultada en la
Iglesia de San Martín de Alvelda, como Señora de esta Villa, y todos los
Cameros. Don Sancho se juzga lo fue en la Iglesia de el referida Convento de
San Pedro de Texada en el Valle de Vielso, Montaña de Burgos, donde fue
Castellano, como Don Fernando Negro, Conde de la Bureva su tío, o abuelo
materno.
Sello de Joseph González Texada
Lobera
en el lugar ya citado, dize, que el apellido patronímico de el General Don
Sancho fue Sáinz, es único en este sentir, y se engañó, porque consta de dicho
Blasón, y libros antiguos de Valdosera, y de doctrina de Don Diego Medrano, que
adiccionó estos libros, como de ellos consta, de Miguel de Salinas, Ioan Pérez
de Valenzuela, Don Miguel de Salinas, Don Alonso Ramón, y el manuescripto de los
Señores de Valdosera, y linage de
Xalón, que fue su apellido Fernández, porque como veremos, fue hijo de Don
Fernando Díez, Conde de Castilla. El apellido de Texada le vino de el suçesso
siguiente. El Rey Don Alonso el Casto, segundo de el nombre, acometió con su
Exército a otro de Moros muy numeroso, que estava campado cerca del Valle
referido de Vielso, contra los Cathólicos. Acompañávale Sancho Fernández, Cabo
muy principal del Cathólico Exército, y acometiéndose las dos opuestas hazes, y
peleando con el mayor valor D. Sancho, se le quebró el hierro de la lanza, y
tomando en las manos el asta (que era de Texo, Arbol muy hermoso, y de que ay
muchos, assí en el Valle de Vielso, donde Don Sancho era Castellano, como en la
Sierra de los Camberos, donde tenía su principal Casa, y Señorío) mató, y hirió
tantos Moros con ella, dando en ellos tan fuertes golpes, que admirado el Rey,
dixo: Las texadas que da Sancho! y de aí se llamaron Texada, y tomaron su Casa Solariega
de los Camberos, y Villa que fundó en el Castillo del Valle de Vielso, este
lustroso apellido, que se conserva en sus descendientes.
Han
logrado los hijos de Valdosera
muchas Executorias de Hidalguía de sangre, litigadas en las Reales
Chancillerías, y Consejos de Castilla, Navarra, y Aragón. Los Señores Reyes de
España han honrado mucho a este gran Solar de los más antiguos de sus Dominios.
El señor Rey Don Carlos Segundo nuestro señor, que goza de Dios (así lo
esperamos) atendiendo a que quando algunos hijos del Solar litigan, se piden
por la Sala de Hijosdalgo los libros originarios, en que se asientan los
Señores Diviseros de él, y se escriven las Iuntas, y que llevándose a la Sala
por los diligencieros, y por los interessados, avía conocido peligro, de que se
maleassen, entrerenglonándose alguno que no fuesse hijodel Solar (quien también
lo propuso a su Magestad) mandó, que la Sala de Hijosdalgo de Valladolid, por
medio, y asistençia de uno de ella hiziesse sacar un tanto auténtico de los dos
libros, viejo y nuevo de dicho Solar, y le mandasen poner en el Archivo de
dicha Sala de Hijosdalgo. La Cedula Real es como se sigue: Don Carlos, Tc.
Aviendo dicho que ha tenido noticia de que por la Sala de Hijosdalgo se mandan
llevar los libros en que se asientan los Diviseros, Hijosdalgo del Solar de Valdosera, y (la casa) Texada, quando alguno litiga Hidalguía en
que puede aver inconveniente; prosigue: Mandamos, que ahora, ni de aquí
adelante, no despachéis, ni consintáis, ni déis lugar a que por essa dicha
nuestra Audiencia, ni por la Sala de Hijosdalgo, ni en otra forma se despachen
las dichas cartas, ni provisiones, ni saquéis, ni hagáis sacar, los dichos dos
libros, ni otros papeles, originales de el dicho Archivo de el dicho Noble Solar, y Villa de Valdosera.
Antes en caso que convenga a nuestro servicio, tener razón de los dichos libros
en esa nuestra dicha Audiencia, y Sala de Hijosdalgo, los hagáis compulsar, y
que se compulsen, y la copia de ellos se traiga a essa dicha nuestra Audiencia,
adonde esté autorizada de Escrivano Público, sin sacar, ni consentir, ni dar
lugar se saquen los originales de el dicho Archivo para el dicho efecto, ni
otro alguno. Y otro sí mandamos, que siempre que se litigare por algún
descendiente de el dicho Solar en essa dicha nuestra Audiencia, y Sala de
Hijosdalgo de ella, compulsada la partida, y assiento de el tal litigante,
baste, sin que se haga lo susodicho en otra manera, Tc. Prosigue el Real
Decreto: Y aviéndose visto por los de el nuestro Consejo para la execución de
esta nuestra Cédula, por auto de doze de este presente mes de Agosto, fue
acordado, que para efecto de hazer dicha compulsa, la cometiéssemos a vos Don
Claudio Santos de San Pedro, Alcalde de Hijosdalgo de la dicha nuestra
Audiencia, y Chancillería, que reside en la Ciudad de Valladolid, por la qual
os mandamos, Tc. Su fecha fue a treze de Agosto de el año de mil seiscientos y
ochenta y nueve. Está firmada de dicho Señor Rey, passada por la Sala de
Gobierno, y firmada por el Excelentísimo señor Conde de Oropesa, Presidente de
Castilla, y por los señores Don Alonso Marquez, Don Ioseph de San Clemente, Don
Iuan de Santelices, y Don Iuan Lucas Cortés, Consejeros de Castilla. Y en su
execución, Don Claudio Santos de San Pedro fue a Valdosera, y con asistencia de el Alcalde Mayor del Solar, y otros
Cavalleros, Oficiales de él, por ante Escrivano, se sacó la copia de los dos
libros, y de los Privilegios, elecciones, y otros papeles, y autorizada,
y firmada la copia de todo, la llevó a la Sala de Hijosdalgo de Valladolid,
donde está archivada. Fue Real favor, que no se le aya logrado alguno de los
muchos Solares de España.
Murió
el General Don Sancho por los años de ochocientos y cinquenta, heredó el
Señorío de los Cameros Ximeno Sáenz Texada su hijo mayor, y de este Fortún
Ximénez su hijo, Ochoa Fortún su nieto, Fortún Ochoa, u Ocoiz, que todo es uno,
su viznieto, Ximeno Fortún Ochoa su tercero nieto, que de la Infanta Doña
Mencía su muger, hija del Rey Don García Sánchez de Navarra, y Náxera, quinto
de el nombre, tuvo por hijo a Íñigo Ximénez, por nieto a Don Ximeno Íñiguez (de
quien descienden muchos de los grandes Señores de España) por viznieto a Don
Diego Ximénez, por tercer nieto a Don Ruy Díez, por quarto nieto a Don Simón
Ruiz, Señores todos, unos después de otros de los Cameros. Mandó el Rey Don
Alonso el Sabio, Dézimo del nombre, injustamente quitar la vida a Don Simón, y
privando a sus hijos de este grande Estado, le dio al Príncipe Don Iayme su
hijo, de quien lo heredó su hermano el Rey Don Sancho, que le dio al Infante
Don Pedro su hijo. Pero Doña María, muger del Rey Don Fernando el Quarto de
Castilla, le mandó restituir a Don Iuan Ximénez de Haro, hijo de dicho Don
Simón, de quien dize Mariana, (Marian. Hist. de Esp. tom.27. lib.16. cap.13.
fol.9.) le mandó quitar la vida el Rey Don Alonso Onze de Castilla, porque se
le opuso con sus parientes los de la gran Casa de Lara, y añade: Y aunque le
confiscó los bienes, dio el Estado de los Cameros a sus hermanos, de Don Ioan,
Don Álvaro, y Don Alonso, porque no pareciesse el Señorío, y el nombre de esta
ilustríssima Casa. Don Ioan Alonso de Haro, hijo de el dicho Don Alonso, heredó
este Estado, y muriendo sin hijos, le posseyeron Don Álvaro Díez de Haro, y Don
Alonso Tellez de Haro, que no tuvieron hijos varones, y el Rey Don Pedro de
Castilla le dio a Don Pedro López de Haro, Maestre de Calatrava, y cercano
deudo de Don Álvaro. Pero hecho por el mismo tiempo dueño de los Dominios del
Rey Don Pedro su hermano, y homicida, el Rey Don Enrique Segundo, le dio a Don
Ioan Ramírez de Arellano, su gran servidor, prevaleciendo esta elección a la
que avía hecho el Rey Don Pedro: Y aunque Doña Urraca, y Doña Inés, hijas de el
dicho Don Álvaro Díez, se opusieron, litigandolo, huvieron de hazer composición
en otras haziendas con Don Ioan Ramírez de Arellano, en cuya nobilíssima
sucessión permanece, que es la de los Condes de Aguilar, siendo por el título
de los Cameros Grandes de España, como todos sus antecessores fueron
Ricos-Hombres, que fue lo mismo, unos de Castilla, y otros de navarra, según la
Corona, que seguian los Cameros. Todo lo dicho consta de muchos Autores, que
cita, y refiere el Memorial impresso, que dio la gran Casa de Arellano, para
que se le declarasse, como se hizo, su Grandeza por la Señora de los Cameros.
De
Ximeno Fortún Ochoa, y la Infanta Doña Mencía, referidos en el número
antecedente, los quales vivieron en la Ciudad de Berkara de los Cameros, oy
Biguera, fueron también hijos Pedro Ximénez, y Pedro Fortúnez de Berkara. Este
segundo tomó el mismo apellido del padre, no el de Ximénez, como se estilava,
`por distinguirse de su hermano, que era mayor que él, y se llamó de Berkara,
por aver nacido en esta Ciudad, y fue apellido de sus sucessores, y
descendientes, mudándose la K, en G, con que se apellidaron Vergaras. De quien
unos Cavalleros, hijos, o nietos de Pedro Fortúnez de Berkara, por los años de
mil ciento y onze, fueron a vivir al lugar de Arcinoa, en la Provincia
nobilísima de Guipúzcoa, de quien dize Garibay:
(Gariv.Comp.Hist.lib.13.capit.10) Fue el Rey Don Alonso a la Ciudad de Sevilla,
donde el lunes treinta de el mes de Iulio de este mismo año del Nacimiento de
mil ducientos y sesenta y ocho, Era de M.CCC.VI. deseando ampliar a sus
Pueblos, y edificar otros, y reedificar algunos, siendo cosa propia en su Real
condición por su Privilegio, dado a los vezinos, y moradores de San Pedro de
Acinoa, Lugar de la Provincia de Guipúzcoa, puesta con la Ribera de el Río
Deva, dándole el título de Villa, la llamó Vergara, como consta del instrumento
original, que tiene la Villa, con data, mes, y año referidos. La qual obra
corrió por los Cavalleros Vergaras, y a contemplación suya, se puso su apellido
a esta Villa. Por los años de mil quatrocientos, un Cavallero de este apellido,
llamado Miguel Sáenz de Vergara, Olariaga, hijo de las Casas Solariegas de
Olariaga, Gaviria, y Arizábal, y natural de la Villa de Vergara, vino a la
Villa de Torrecilla de los Cameros, como todo consta por executoria de su
Hidalguía, que litigó. Casó con María Gonçález Texada, hermana de Antonio
Gonçález Texada, natural, y vezino de la Villa de Gallinero de Cameros, de
quienes descienden los Vergaras, de Torrecilla, de Cameros, de Campo Brin, y
Baños, de Ríotuvía.
El
hijo segundo de el General Don Sancho, llamado Martín (o según algunas memorias
Gonçalo) hizo su Casa en la Villa de Pinillos de los Cameros, que fue, y es
Casa Solariega de Hidalguía de sangre, y de cinco hijos que tuvo, que fueron
Martín, Gonçalo, Rodrigo, Diego, y Sancho, quedaron estos cinco apellidos,
Martínez, Gonçález, Ruiz, Díez, y Sáenz, que son los que se conservan en este
nobilísimo Solar. Son sus armas un escudo en dos mitades, en la primera un
castillo de oro, y a los lados de él, dos Calderas, negras por fuera, y por
dentro de oro, con sierpes en las assas, por las quales se llama, la Casa de
las Calderas, divisa de los Ricos-hombres, de Pendón, y Caldera, como lo fue el
Fundador de este antiguo Solar, y nombre, que le dan los libros de Blasones, y
linages nobles de estos Reynos, que están en poder de los Reyes de Armas de
ellos, como en tiempo de el Señor Rey Don Phelipe, Tercero de el nombre, y por
su mandado lo declaró, y testificó Diego de Urbina Rey de Armas de Castilla, en
cinco de Noviembre de el año de Christo de mil seiscientos y cinquenta y ocho,
por decreto de la Real Chancillería de Valladolid, que se conserva original en
el Archivo de este Solar. La otra mitad de el escudo tiene un Osso, atado con
cadena a un pino, este por alusión al nombre de Pinillos, que es la Villa donde
está el Solar, y el Osso, por ser hijo
de Valdosera su Fundador. También han usado, y más frequentemente de un
Lobo atravessado al tronco de pino, por aver casado el dueño con hija del Señor
de Vizcaya, que ponía por Armas Lobo.
García,
hijo también del General Don Sancho, hizo su Casa cerca de la Villa de Xalón de
Cameros, que hoy se llama el Palacio con jurisdicción temporal, y espiritual.
Góçanle los de el apellido Ortega, Texada, naturales de la Villa de Axamel de
Cameros, que son también Diviseros de
Valdosera, y de García, decienden los de Xalón, y García de Xalón, los
García de Zanocero, y los Fernández de Medrano, Señores de la Villa de Sojuela
en Rioja.
Otro
hijo de el General Don Sancho militó en Aragón mucho tiempo. Bolvió a la Villa
de Iubera, donde tenía su casa, pidiendo le diessen la parte de su herencia,
que se la avían ocupado algunos deudos, diziendo no debía heredar por averse
ausentado. Litigólo, y salió la sentencia en su favor con estas palabras:
Hereda, con que le apellidaron assí, y fue apellido de sus sucessores. Desólos en
Iubera, y nobilíssimos Cavalleros, de quienes descienden Don Iuan de Heredia
Texada, Alcalde de Iubera, y su hijo Don Iuan Manuel de Heredia Texada,
Secretario de la Inquisición de Logroño, Diviseros
de Valdosera. Que el apellido Hereda, se dijo Heredia con poca corrupción.
Bolvióse a Aragón a proseguir su exercicio militar este Cavallero, hijo de Don
Sancho, y allí dexó sucessión, y el apellido de Heredia, que es de lo primero
de Aragón en todo género de lustre.
Sancho
otro hijo de el General Don Sancho, vivió en el Lugar de las Loberas, que oy es
Aldea de la Villa de Iubera, distante dos leguas de Valdosera, y le llamaron: Sancho de Lobera. Este Sancho Sáenz de
Lobera acompañó al Rey Don Ramiro, Primero de el nombre, y le sirvió en la
guerra que tuvo con los Normandos, que desembarcaron en Galicia, y la
infestaron; pero fueron vencidos. Casó con una Señora descendiente del Rey
Suevo Theodomiro, muy Cathólico, de quien tuvo hijos con el apellido de Lobera,
que unos pararon en la Rioja, de quienes vienen los Loberas de ella, otros en
Galicia, de quienes descienden los Loberas, Señores de la nobilísima Casa de la
Sierra, y entre estos hijos uno Theodomiro, que como se dirá, fue Obispo de
Calahorra. Fue sepultado Sancho Sáenz de Lobera en la Santa Iglesia de Santiago
de Galicia, como consta del Epitaphio de su sepulcro, que se pondrá abaxo.
Fray
Athanasio de Lobera (Lober.Grandezas de Lon,fol.212.&III.) dando a los Cavalleros
Loberas de Galicia origen Real de Cayo Carpo, y su muger Claudia Luparia,
Régulos de Galicia, de quienes ya se ha hecho mención,
(Supr.lib.3.C.I.$.2.II.6.) dize, que los treze Fundadores de Valdosera no fueron hijos de el General
Don Sancho, sino compañeros, y que el uno de ellos fue un Cavallero Lobera de
Galicia, descendiente de los referidos Régulos, Cayo Carpo, y Claudia Lupa, o
Luparia. No trae Fray Athanasio apoyo de este sentir, ni lo ha dicho algún
otro, a lo menos yo no lo he encontrado. Pero que parece huvo en Galicia
Cavalleros de el apellido de Lobera antes de la batalla de Clavijo, con que
pudo venir alguno de ellos con el Rey Don Ramiro a Clavijo, y ser compañero
después de ella de el Solar de Valdosera,
se puede esforçar con doctrina de Gil Gonçález Dávila, (Gil Gonç. Dav. Thear de
Santiag. fol. Gand. Nobil. de Gal. fol. 137) y lo haze el Maestro Gandara.
Dize, pues, Gil Gonçález, que en la Santa Iglesia de Santiago se halla un
sepulcro con el Epitaphio siguiente: “In hoc tamulo iacet Rodericus / Sancij Lobera, / Frater
Theodomiri Episcopi, / Miles Adephonsi, Regis, / Era D.CCC.XL.
En
este túmulo descansa Rodrigo Sáenz de Lobera, hermano del Obispo Theodomiro, y
soldado del Rey Don Alonso. En la Era ochocientos y quarenta.”
Que es año de Christo ochocientos y dos, y aviendo sido la batalla de Clavijo,
según la más cierta opinión, y ya la más seguida, en el año ochocientos y
quarenta y quatro, se sigue, que antes de esta milagrosa batalla, huvo en
Galicia Loberas ilustres, que no son los de aquel Reyno descendientes de Sancho
Sáenz de Lobera, hijo del General Don Sancho, y que a lo menos el Cavallero
Lobera, que parece vino con el Rey Don Ramiro, no era hijo del General D.
Sancho, sino compañero, y se haze más creible, que los treze Fundadores de Valdosera Fuesen dicho General, este
Cavallero Lobera, y otros compañeros en la referida batalla, y no hijos del
General Don Sancho, quedando en Galicia la tradición en los nobilísimos Loberas
de averse hallado un ascendiente suyo en dicha batalla, y aver sido en aquella
ocasión fundador de Valdosera.
Esto
no obstante, juzgamos por cierto lo que dexamos dicho en el número primero
antecedente, y que los Fundadores de Valdosera,
como se ha dicho, fueron hijos, no compañeros de el General Don Sancho. Y
empezando por esto último; no admite
duda, que los Fundadores de Valdosera fueron hijos, no compañeros de el General
Don Sancho. Lo primero assí lo afirman los papeles antiquíssimos de aquel
Solar, ay muchos Autores que lo dizen, y sólo ha estampado lo contrario Fray
Athanasio de Lobera. Lo segundo, y al parecer concluyente, porque D. Sancho
Texada era Señor de los Cameros antes de la batalla de Clavijo.
Era
dueño de el Castillo que estava en Valdosera,
como descendiente del Conde Gonçalo, y la Condesa Doña Sancha, Señores que
fueron de los Cameros, avía servido al Rey Don Ramiro con el mayor valor en la
batalla que se acabava ganar a los Moros
en Clavijosí, y por sus hijos, y en ella fue Generaly sus hijos Capitanes. Era
deudo muy cercano de el Rey Don Ramiro como nieto de un primo hermano de el
Rey, como se dirá luego; pues en qué discurso cabe, que inmediatamente diesse
el Rey aquel Solar a doze, ni parientes, ni acaso conocidos, ni amigos de Don
Sancho, partiendo lo que era suyo a muchos? No se manifiesta claramente, que si
lo hiciera, fuera agraviar a Don Sancho, en lugar de premiarle? Más. Dar un
Solar a tantos de diferentes líneas en la sangre de diferentes tierras en la
naturaleza, no era dexarles un Seminario de pleytos? Más. Un Cavallero Gallego,
que se bolvió luego a su Patria, y en ella tuvo su habitación, y su muerte, y
dexó su noble sucessión, para que avía de fundar Solar de Hidalguía en la
Rioja? No es más verosímil, que los treze fuesen hijos de aquel gran General, y
que a sus casas, que acabavan de fundar en Valdosera
se hiziesse la merced de que fuessen Solariegas, en premio de lo que avían
servido a Dios, y a su Rey en la batalla? Ninguno lo podrá negar, y cualquiera
desapasionado dirá, que esto es lo más verosímil, quando no huviera prueba tan
segura, y tan grande probabilidad, a lo menos, de que los Loberas de Galicia
descienden de Sancho Sáenz de Lobera, hijo del General Don Sancho, que aún el
mismo nombre de la Casa de la Sierra, de quien son Señores los Loberas de
Galicia, como dice Gandara, manifiesta esta verdad, porque los Cameros se han
llamado siempre, y aún se llaman, La Sierra, y siendo la Casa de la Sierra en
Galicia propia de los Loberas, naturalmente se viene a los ojos de la
consideración, que Sancho Sáenz Texada, hijo de el General Don Sancho,
hallándose militando en Galicia, la fundó para su hijo Sancho Sáenz de Lobera,
que tomó el apellido de Lobera, porque vivió en el lugar de Lobera. Y los
Loberas de Aragón, de quien habla Gandara, ya avan ido desde Galicia a Aragón,
ya desde la Rioja, que nos parece más probable, deben reconocer en Valdosera su origen.
Resta
dar satisfacción al Epitaphio, que arriba pusimos, conservado en la Santa
Iglesia de Santiago. Para lo qual es de advertir, que Gil Gonçález, que es
quien lo trae (Gandara le refiere de doctrina de Gil Gonçález) en el folio
primero de su Teatro de la Santa Iglesia de Santiago, dize expréssamente, que
aquella Santa Iglesia se fundó el año ochocientos y treinta y cinco, después de
averse hallado el Sagrado Cuerpo del Apóstol Santiago, que el que más lo
adelanta, pone su descubrimiento en el año ochocientos y treinta y uno, o uno
antes, y muchos Autores lo ponen en el dicho año ochocientos y treinta y cinco.
Consta sin la menor duda, que antes que se descubriesse por aquella milagrosa
Estrella el Santo Cuerpo de el Apóstol, no avía en aquel sitio más que una
montaraz selva, sin Iglesia, ni otra cosa, que el Sepulcro de el Santo Apóstol,
advertídamente escondido por sus Discípulos, y tan ignorado de todos, que en
muchísimos años no se avía sabido de él, ni aún de el Santo Apóstol avía
quedado noticia en España. Luego en el año ochocientos y dos, que es la Era
ochocientos y quarenta que dize Gil Gonçález, no avía Iglesia en el sitio de la
Iglesia de Santiago; pues cómo podrá estar allí el entierro de Sancho Sáenz de
Lobera?. Ni su inscripción puede ser del dicho año. Se la darían mal copiada, o
si la vió, estaría gastado el número antes de la L. que dize es X. con que pone
el de quarenta, que esto significa la L. con X. antes, y no pudiendo ser esto,
como se ha probado, es cierto, que este número era C. que dize ciento, porque
en los guarismos Castellanos,antes de la L. que es cinquenta, no se ponen sino
C. que es ciento, o X. que es diez, no otro algún número, como no sea M. que es
mil, o D. que es quinientos, las quales no pueden venir a este Epitaphio, y no
pudiendo ser X. la que antecede a la L. como se ha visto, es preciso que sea C.
que junta con las tres antecedentes, y con la D. hazen la época de novecientos
y cinquenta, que es año de Christo novecientos y doze, en que pudo morir Sancho
Sáenz de Lobera, nieto del General Don Sancho Texada. Gil Gonçález, o quien le
copió el Epitaphio, halló en él, Rey Don Alonso, y Obispo Theodomiro, y como
por los años de ochocientos y dos Reynava en Asturias Don Alonso el Casto, y
era Obispo de Iria Theodomiro, sin reparar en que no avía Iglesia de Santiago
en este año, pasó a poner en él este entierro, y con el mismo sentir corrió
Gandara, por autoridad de Gil Gonçález, como manifiesta. No advirtieron, que en
el año novecientos y doze, era Rey de Asturias, y Galicia, Don Alonso el Tercero,
que empezó a Reynar en el año de Christo ochocientos y sesenta y dos, y murió
azia los años de novecientos y doze; porque aunque por los años novecientos y
diez se alzó con el Reyno de Oviedo, León, y Galicia, su hijo Don García, por
fuerza, y contra la voluntad de su padre (pagólo Reynando sólos tres años, y
muriendo sin sucessión) pero Don Alonso conservó el nombre de Rey, como lo era
en la verdad, y assí pudo calendarse con su nombre aquel Epitaphio, y con
verdad fundada en su justicia, y de él se refiere, que por los años de
novecientos y onze, o algo más, hizo guerra con beneplácito de su hijo Don
García a los Moros, y fue en Romería a Santiago. (Marian.Hist.de
Españ.tom.I.cap.19.fol.353.) El Obispo Theodomiro, hermano de Sancho López de
Lobera, que se refiere en aquel Sepulcro lo era de Calahorra, como se dirá. No
el de Iria, que avía muerto años antes, y arían relación de él por hermano de
el difunto Sancho, y porque se hallava azia las partes de Oviedo, y Galicia,
por estar Calahorra en poder de Moros, como se sabe de otros Obispos. Por todo
lo qual parece, que los Cavalleros Loberas de la Rioja, los de Galicia, y los
que ay en Aragón, son todos descendientes del General Don Sancho Texada.
Ni
necesitó Fray Athanasio de Lobera de darles otro origen, para que tuvieran
ascendencia Real, ni para que fuessen sus ascendientes Cayo Carpo, y Claudia
Luparia, como quiere. No para lo primero, porque Don Sancho Fernández Texada,
fue hijo de Don Fernando Díez, Conde de Castilla, el qual con el título de
Conde de Lantarón, que es en la misma Castilla, se calenda en una escritura,
hecha por Doña Elvira, y su hijo Álvaro, de ciertas heredades, que donan al
Monasterio de Santa María de Casiera, que entró después en el Real de San
Millán de la Cogolla, y está la donación en el libro Gótico, y en el Tumbo de
dicho Real Convento. Tráela Sandoval en la Historia de San Millán de la
Cogolla, (Sand.Hist.de S.Millán,fol.44.D.Luis Salaz.Hist.de la Casa de Lara
tom.1. fol.42. Pellic. Anal.) Pónela por fecha el año novecientos y treze;
síguenle, y le citan el Chronista Pellicer, y Don Luis de Salazar y Castro, que
dizen fue Don Fernando Conde de Castilla. Según esta épocha no pudo este Don
Fernando ser padre de el General Don Sancho Fernández, porque parece vivió cien
años después de Don Sancho. Pero es cierto, que Sandoval erró la copia de esta
escritura, o se la dieron mal copiada, que es lo más probable, porque hemos
visto en su propio original, y pone asssí la data: Era D.CCC.LI. que es
ochocientos cinquenta y uno, y año se Christo ochocientos y treze, en el qual
viene, que fuesse Don Fernando padre de el General Don Sancho. Siguiendo la
cita de Sandoval Pellicer, y Salazar, dizen, que el Conde Don Fernando Díaz fue
hijo de el Conde de Castilla Don Diego Porcelos; y en aquel sentir venía bien;
pero no fue sino hijo de el Conde de Castilla Don Diego Ruiz, prumero de el
nombre, que tuvo este Estado muchos años antes que Don Diego Porcelos. El Conde
Don Diego Primero, fue primohermano del Rey Don Ramiro Primero, y fue hijo de
Don Rodrigo, Conde de Castilla, primero de el nombre, y de su muger la Duquesa
Gundesinda, de quien se habló arriba capítulo quarto, párrapho tercero, número
quarto, de quien vimos fue nieta del Rey Suintila Godo. El Conde Don Rodrigo fue
hermano de los Reyes Don Aurelio, t Don Bermudo Primero, y de Gonçalo, Fundador
de la Casa nobilísima de Lara, dize Salazar (Pellic.ubi. sup.Salaz.ubi
sup.fol.40.) (algunos han dicho que Gundesinda no fue muger, sino madre del Conde
Don Rodrigo, y nos parece más probable) y fueron los quatro hijos del Duque de
Cantabria Don Fruela, hermano de el Rey Don Alonso el Primero, y ambos hijos
del Duque de los Cántabros Beros Pedro, que fue hijo del Rey Godo Ervigio, y
tercer nieto del Rey Martyr San Hermenegildo. Vea Lobera si aquí encuentra
muchas Reales ascendencias.
Ni
para que los Cavalleros Loberas de Galicia tengan por tronco a los Regulos Cayo
Carpo, y Claudia Luparia, ha de menester más que reconocerlos por descendientes
del General Texada, porque la madre de este gran Héroe, y muger del Conde D.
Fernando su padre, fue hija, o hermana de Don Fernando, llamado el Negro, Conde
de la Bureva, de quien hay muchas noticias en las Historias, y que fue tronco
de los grandes Señores Sandovales, Anzures, Sarmientos, y Salvadores. Don
Fernando Negro fue hijo del Conde Suando (es lo mismo que Sancho) Menéndez, y
de su muger la Condesa Resinverga Chirino. Suando fue hijo de el Conde Menendo
Arias, y de la Condesa Ilduara Lucida. Menendo fue hijo del Príncipe Ariamiro,
o Argimiro, y nieto de Ariamiro, Rey Cathólico de los Suevos. Y la Condesa
Ilduara fue rama ilustrísima de la grande Casa de Ribadeneyra, que logra el
título de Marqués de la Vega, la qual desciende por Baronía de Cayo Quirino,
hijo se Cayo Carpo, y Claudia Luparia, que es la ascendencia que busca FR.
Athanasio al apellido de Lobera, y de que tienen memoria, y relación los
Loberas de Galicia. Dízelo todo, citando instrumentos, y Autores el Maestro
Gandara. (Gand. Nob. de Galic.126. y 175. y 176.).
---oooOooo---
En el inventario de los fondos
documentales que poseía el Solar de Valdeosera en el año 1742 (Serie II, Tomo
6), consta la existencia de un original de este libro -hoy en día desaparecido-
según un asiento, que dice así:
57.- Y otro libro de Ymprenta con
trabillas y botones y está titulado Texada Abram de la Rioja que lo regaló al
Solar Dn. Antonio Bentura Sáenz y Heredia y contiene la historia de Santo
Domingo de la Calzada y las Cosas memorables de la Probincia de Rioja y Cameros
y entre ellas Yncluie las de este Noble y Antiguo Solar y porque entre ellas
abla de una piedra que manifiesta su antigüedad pues dicen sus Letras con lo
que resulta de la Historia antigua en que asienta que el año de seiscientos y treinta y quatro se
fabricó el Castillo de Valdosera y
las Letras de esta piedra en Ydioma Castellano dicen así. Antes de esta
fábrica, Suintila fue el Júpiter de la Antigua serranía el año de quince.
Estela a la usanza romana
Año 634
La Consejería de Educación,
Cultura y Deportes de Logroño realizó, en 1985, una edición facsímil de esta
obra en la cual aparecen unos comentarios, previos, de Dn. José Gabriel Moya
Valgañón, entre los cuales menciona el Solar de Valdeosera, diciendo:
En el segundo caso hay que tener en
cuenta que las informaciones sobre la España prerromana eran lo suficientemente
cortas como para que la Crónica General, Florián de Ocampo, Garibay o Mariana
acogiesen esas fábulas. Y asuntos como el de la predicación de Santiago o su
patrocinio sobre España eran (y siguen siendo) un poco tabú. En menor grado los
es asimismo el tema de Valdeosera.
A este propósito, baste recordar como
da una copia bastante exacta de la Inscripción romana de Valdeosera -que no volverá a ser publicada hasta los años cincuenta
de nuestro siglo (Maldonado Cocat, R. J.: Hidalguías riojanas: El Solar de Valdeosera, Madrid 1949, da
simplemente una fotografía. Habrá que esperar, para su publicación científica a
J. C. Elorza, M. Lª. Albertos y A. González: Inscripciones romanas en La Rioja,
Logroño, 1980)- aunque la interprete de una forma un tanto peregrina, o como
cita el sepulcro de San Torcuato o la ermita de Gallinero de Cameros.
El Doctor Don Joseph González
Texada rebate con rotundos argumentos, algunas hipótesis que Fray Athanasio de
Lobera incluye en su “Historia de las Grandezas de la Muy Antigua
y Insigne Ciudad, y Iglesia de León”.
En primer lugar, explica -y
demuestra- (página 336, punto 5) cómo Fray Athanasio en su afán de probar la
ascendencia Real de su apellido Lobera, hace galiciano este apellido en base a
un error de fecha en una tumba que dice se halla en la Iglesia de Santiago, en
Galicia -año 802- cuando fehacientemente consta, que la misma se fundó el año 835.
Don Joseph González Tejada expone
a continuación una serie de contundentes razonamientos, hasta llegar a la
conclusión de que los Caballeros Loberas de la Rioja, los de Galicia, y los que
hay en Aragón, son todos descendientes del General Don Sancho Texada.
En segundo lugar, Don Sancho
Texada era Señor de los Cameros antes de la batalla de Clavijo y dueño del
Castillo que estaba en Valdeosera,
como descendiente del Conde Gonzalo, y la Condesa Doña Sancha, Señores que
fueron de los Cameros ¿Cómo puede ser que el Rey Don Ramiro repartiera, lo que
ya pertenecía a Don Sancho, entre él y doce más que ni tan siquiera eran
parientes? Tal acto sería un agravio más que un premio.
Dice Don Athanasio, en folio 210
vº, haber leído en algunas memorias que los doce caballeros que menciona,
fueron hijos del Valiente Alcaide Tejada (en todo el documento no menciona el
nombre de este Caballero Tejada), pero él opina que no lo fueron “Porque supuesto que todos los señores tienen
armas, y apellidos particulares distintos, del de los Tejadas, es cierto que no
son unos”.
Sobre el uso de apellidos
distintos en esa época, hay mucho escrito y no es cosa de dar aquí más
explicaciones (en España, concretamente no se fijan los apellidos hasta la
entrada en vigor de la Ley de Registro Civil, el 1 de enero de 1871). Ocurre,
además, que ese dicho “supuesto” se
contradice con lo que escribe al folio 206: “...Asistió también en esta batalla, y con officio de capitán, un cavallero,
a quien las memorias antiguas llaman Tejada. Aunque como en aquel tiempo no
avía apellidos assentados, que llaman Alcuñas, le devieron llamar assí después,
por aver tenido señorío, o honor de algún lugar deste apellido
El mismo “supuesto” de llevar los caballeros distintas armas, carece de
fundamento y nada se conoce al respecto. Lo que sí se sabe es que el Blasón de
Armas del Muy Noble, Antiguo e Ilustre Solar, Señorío y Villa de Valdeosera, se
halla registrado en el Libro Becerro (a
fojas trescientos cincuenta y tres y siguientes), donde está la Antigüedad
de la Nobleza de España y es el mismo que han usado (y usan por derecho), todos
los Caballeros Diviseros de dicho Solar de Valdeosera (que no otros). ¿Acaso es
imaginable pensar en caballeros del siglo XV, y de distinto linaje, usando un
mismo Blasón?
Por supuesto que en la mencionada
batalla habría caballeros galicianos..., y asturianos, y leoneses, y etc, pero
al igual que el Alférez Ordoño, bien puede suponerse que los capitanes gallegos
no perdurasen en esta región y se volvieran a sus tierras.
Ciertamente que tras la
Reconquista vino la repoblación de las tierras por gente del norte que, en
buena parte, eran descendientes de los cristianos que las abandonaron tiempo
atrás, huyendo del dominio islamista, y buscaron refugio en esos agrestes
lugares.
En el Camero se mantuvo la
primitiva población. No hay constancia de presencia árabe y, entre otras
razones para no haber sido invadido, una de ellas puede que sea la dificultad
de la caballería africana, para maniobrar en esa abrupta zona. Por otro lado,
es lógico que les resultara más atractiva la vega que la montaña, y no
mereciera la pena el esfuerzo de dominarla, pudiendo disponer del valle del
Ebro.
---ooo(634/1702)ooo---
---ooo(2019)ooo---
No hay comentarios:
Publicar un comentario